Inspiro.
Expiro.
Inspiro perfumes que hacen despertar a mi fuego interno.
Expiro, tan solo, desolación.
Inspiro tu aroma.
Expiro tristeza al sentirlo lejos.
Y que me tiemblen las piernas cada vez que escuche tu voz.
Sueños imprecisos que culminan cuando creo que me correspondes.
Falso tal vez.
Pero de momento déjame creer que esas lágrimas,
son tan solo las pruebas de nuestra impotencia.
Falsas promesas malditas.
Falsas caricias que queman mi piel.
Falsos abrazos que creía que aclimataban mi alma.
Yo, idiota.
Yo, única culpable de este sufrimiento.