viernes, 21 de octubre de 2011
Coherencia vital.
Soy un vórtice sin sentido,
sumido en un mar de contradicciones.
Un ser incomprendido.
Jugando a que es único en el mundo.
Jugando que cree, y que su creer es verdadero.
Jugando a que su vida tiene realmente sentido.
Soy una mota de polvo a la deriva.
Soy sin más, un camino perdido
extendido hasta el horizonte,
donde se bifurca, y se vuelve a bifurcar.
Volviendo al fin a su regreso.
Voliendo a ser otra vez, un vórtice sin sentido.
Jugando a que tiene personalidad.
¿Qué clase de contradicción me reina?
¿Qué clase de comportamiento es aquel que no respeta su coherencia vital?
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