Ayer vi como tu vida se esfumaba entre mis manos.
Ayer lloré de impotencia en mi sueño porque cuando dije "te quiero", ya te habías ido.
Sólo entonces era capaz de confesarte que muero por ti en silencio.
Sólo entonces comprendí que si no era yo la que daba el primer paso,
nos perderíamos en caminos opuestos.
Yo soy más imbécil.
Tú un poco menos tímida.
Yo caigo reiteradas veces contra el suelo por mi misterioso afán de auto torturarme.
Tú aprendes poco a poco a vivir sin miedo.
Yo lucho por mis sueños, lucho contra la mediocridad.
Tú estás encarrilando tu vida, creando tus sueños y emanando esperanza.
Si soy sincera, querida, jamás seré capaz de expresar lo que significas para mí.
Tú, y tan sólo tú has estado a mi lado siempre.
Tú eres la única por la que vivo.
En quien pienso cuando la vida me sonríe, pues si no fuera por ti yo nunca hubiese reído.
Sonríe, porque la vida se merece la luz de tu sonrisa.
No llores, porque el Sol necesita de tus ojos para brillar.
No tengas miedo, ya estoy yo para matar a tus demonios.
Nada es imposible si estás a mi lado.
Nada será imposible, tan solo grita y yo apareceré dondequiera que estés.
Siempre.
Siempre.
Siempre.
Que se le va a hacer.
Los abriles siempre me ponen melancólica.
Pues toca hacer inventario de este año que ha pasado.
