lunes, 23 de febrero de 2015

Ella.


He perdido tantas cosas por ella...
¡Por esta maldita enemiga!

He llorado más veces de las que he reído,
me he estremecido de soledad rodeada de gente.

Abrazada a la melancolía, ella me consuela y me susurra que nada es para siempre.
Con sus heladas manos me ayuda a saltar al vacío,
me hace creer que yo soy sólo suya y de nadie más.

Consume mi vida y agota mis ganas.
Me inocula veneno con tintes de irracionalidad.
Me ayuda a morir, cuando lo único que quiero es escapar.

martes, 10 de febrero de 2015

El ángel que quise ser.

La imbécil.

                                                     La condenada.

La que cae siempre con la misma piedra.
La que va contemplar estrellas a ninguna parte.
La que juraba que no iba a dejar que su corazón se desbocara.

Sola, recluida en el silencio, y gritando al eco de las esquinas vacías de su mente.
La que quiso morir de risa
                      y se estremeció al descubrir que de su corazón sólo podían salían lamentos.

La del corazón vacío.

                                                      La del corazón maldito.

Aquella de alma negra y alas quebradas.
El ángel que quise ser.

El ángel caído que soy.