domingo, 10 de julio de 2011

Jose Rubio's Nova Era



Increíble, magnífico, sublime.
Notas escapadas, fugitivas.
Sangre de metalero, hirviendo, corriendo desvocada
y siendo testiga de aquel corazón desvocado y maltrecho que os escuchaba.
Aura de felicidad, de ira, de envidia, de rabia.
No podría describir.
Felicidad de poder escuchar esa obra maestra.
Ira, absurda ira por no poder encontrar las palabras exactas para describirlo.
Envidia de aquellas melodías tan hermosas.
Rabia, de que aquello, como todo lo bueno se acabase.
Cura única para aquella alma perdida que os admira,
para que aquella alma que vaga tenga un motivo más por el que luchar.

1 comentario:

Maria Araujo dijo...

Encantame este blog.
Hilda eres unha artista