martes, 6 de septiembre de 2011

No callaré.


Y hoy moriré.
Pero moriré plena.
Gritaré a los cuatro vientos,
desahogaré mi alma entera,
desatascaré de emociones mi ser.
Y hoy moriré.
Pero moriré vacía.
Lloraré por tu rechazo,
me sumiré un vacío irremediable,
me matará el vació (punzante, afilado).
Y hoy moriré.
Pero moriré orgullosa.
De no callar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Hilda, felicidades por estas palabras. Alguien me ha hablado de tí, y estoy empezando a descubrirte. Sigue así, escribe y no calles, y no te arrepientas nunca de lo que digas, arrepiéntete de lo que no digas o escribas para todos nosotros

Un bico
Mercedes

Hilda Fernández Rodríguez dijo...

Mil gracias. Nunca dejaré que mi fuego interno se apague.
Un saludo.