Quemaré todos los pañuelos empapados de lágrimas. Pondré a tender las sábanas sudorosas de soñar estar entre tus brazos. Lavaré por fin el suelo y aquella esquina en la que escondo mi conciencia. Moriré para renacer ante la adversidad. No será un año fácil, pero espero tener la fuerza suficiente para superarlo.
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