domingo, 18 de diciembre de 2011

Allí en el lecho de mi muerte.


Pongamos punto final a todo mientras ruedo sudorosa por la cama, fingiendo que jamás te he conocido.
Recuerdo tu cara tras un fino velo de lágrimas.
Recuerdo tu aroma a través del bullicio incesante que nos separa.

Se clava como puñales...
Tu recuerdo se clava como puñales.

Muere todo con cautela a mi alrededor. Mi alma se desploma en el suelo mientras mi cordura llora por los rincones.
Recuerdo que yo era quién te hacía reír.
Recuerdo que un día yo fui fuerte.

Se clava como puñales...
Tu recuerdo se clava como puñales.

Ya nada tiene sentido. Me convierto en un pequeño punto negro que habita en el limbo de la cordura.
Soy un despojo.
Soy un pequeño e incomprendido pedazo del mundo.
Soy un pequeño retal que quedó atrapado en el fondo oscuro del olvido.
Soy aquella pieza perdida del puzzle del destino.
Soy aquel par suelto condenado a la marginalidad.
Soy aquella parte entre la felicidad y la amargura que nadie puede encontrar.
Soy el término medio entre mediocre y tarado.
Soy una amante incomprendida en el filo de una navaja.
Soy una niña jugando al borde de un precipicio.

Soy una bestia encerrada en un cuerpo pequeño.
Soy una bestia encerrada en una mente que la intenta reprimir.

Me encojo al borde de la cama.
Dejo que las lágrimas impacten contra el infinito.
Dejo que el frío suelo recuerde que yo aún sigo ahí.
Dejo que la habitación se inyecte de mi pena.
Dejo que el frío y la soledad se apoderen de mi.

Y mientras dejo de respirar.
Mientras dejo que la sangre mezclada con la hiel de mis lágrimes serpentee entre las sábanas, cayendo como cataratas hasta impactar con el suelo, rebotando y llenando las paredes de aquel cruel destino que inunda mi cobardía.
Hago a la habitación testigo y cómplice.
Hago de mi habitación el lecho de mi muerte.

"Cada vez que intento perder el miedo a caer, me tropiezo en mi mismo.
Y dejo escapar a quien me ha querido y me quedo sin luz.
Viviré en tus recuerdos,
jamás te olvidaré.
Adiós Dulcinea, me voy.
Y si nos volvemos a ver, sólo abrázame.
Sigo siendo aquel niño con miedo a volar,
duermo pegado a tu foto mi amor.
Adiós Dulcinea, mi amor."

Adios Dulcinea - Mägo de Oz

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