miércoles, 5 de octubre de 2011

Absurdo.


Absurda
obsesión.
Absurdo
día en el que te conocí.
Absurdo
el olor de tu piel
Absurdo
el estremecer que me provoca al rozar tu piel.
Absurda
la parálisis de no poder decir te quiero.
Absurdo
el que dijo que la vida es bella.
Absurdo
también, el que lo creyó.
Absurda yo por pensar que me tenderías tu mano,
que me acompañarías a cruzar el puente de cristal
que une mi cordura y la perdición eterna.
Tú, indiferente.
Yo, muriendo.
Tú, jugando con mi ser.
Yo, luchando por resistir a tus mentiras.

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